El ritmo de la unión aurículo-ventricular (AV), se trata de un ritmo que se origina en el nodo AV y suele ser un ritmo de escape ante la ausencia de ritmo sinusal, en muchas ocasiones como consecuencia de enfermedades locales o sistémicas que afecta la estructura del nodo sinusal (SA) como pueden ser cardiopatías isquémicas, cambios estructurales como consecuencia de cardiopatía hipertensiva, enfermedades infiltrativas como sarcoidosis, amiloidosis, así como enfermedades endocrinas como el hipotiroidismo.
El electrocardiograma (EKG) se caracteriza por presentar complejos QRS de morfología idéntica a la observada en el ritmo sinusal pero con la ausencia de onda P precediendo al QRS, aunque en ocasiones podemos tener la presencia de ondas P retrogradas e incluso ondas P que preceden al QRS con intervalos PR cortos.
La frecuencia habitual en el ritmo de la unión está en torno a 45 lpm, debido a que las células marcapaso del nodo AV posee una propiedad de cronotropismo inferior al nodo sinusal.
En la figura 1, se puede observar un trazo electrocardiográfico donde en los últimos cuatro ciclos cardíacos del EKG se observa ritmo sinusal con frecuencia y conducción AV normal. Al evaluar los cuatro primeros latidos, vemos complejos QRS de morfología similar a la observada durante el ritmo sinusal pero que no están precedidos de onda P. Además, al inicio de la onda T de estos complejos se observa una muesca (primera línea del trazado) que se corresponde con onda P retrógrada. Los primeros ciclos se originan a nivel del nodo AV (ritmo nodal o ritmo de la unión) y la onda P visible se corresponde con una activación auricular retrógrada de la aurícula por el nodo AV.
Figura 1: EKG de ejemplo
El ritmo de la unión puede darse en niños, adultos sanos, deportistas y cuando es asintomático no suele requerir tratamiento específico como puede observarse en el EKG basal de un adulto joven deportista observado en la figura 2, donde se evidencia de igual forma la presencia de una onda P retrograda y ritmo de la unión acelerado con FC de 94 lpm.
Figura 2: EKG de deportista con ritmo de la Unión Acelerado
Los pacientes pueden tener sintomatología de palpitaciones, fatiga, poca tolerancia al ejercicio, disnea y presincopes. También puede estar relacionado con el tratamiento farmacológico cronotropo negativo, como el uso de los betabloqueantes o verse en situaciones de severa enfermedad del nodo sinusal (isquemica, infiltrativas, intoxicaciones digitálicas, entre otras), posterior a cirugía valvulares o durante infusión con isoproterenol, pudiendo ocasionar trastornos del ritmo tipo bradicardias no sinusales.
Con este artículo se pretende dar un poco más de información acerca de este infrecuente trazo que podemos observar en los EKG, complementando con esto la información brindada en el «Curso de Electrocardiografía Básica: Arritmias Cardíacas«.
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