La esperanza de vida en Ecuador para el 2020 llega a 76,5 años en promedio y con ello se incrementa cada vez más la incidencia de nuevos casos de demencia en nuestros pacientes adultos mayores. A pesar de los esfuerzos a nivel mundial para el desarrollo de fármacos que nos permitan prevenir y tratar este tipo de enfermedades neurodegenerativas, la enfermedad de Alzheimer (EA) sigo siendo la primera causa de demencia después de los 60 años de edad.
Según la Organización Mundial de la Salud existen mas de 50 millones de personas que sufren de demencia a nivel mundial, siendo el 60 a 70% de los casos debida a EA, proyectando para el 2030 más de 75 millones y de 135 millones para el 2050. Una cantidad para nada despreciable y que requiere de mejores planes de acción para el manejo y atención de nuestros pacientes.
En Ecuador, uno de cada 3 adultos mayores, presenta una enfermedad crónica no transmisibles, siendo los más prevalentes la enfermedad cardíaca, cerebrovascular, diabetes, cáncer, depresión, pulmonares y trastornos cognitivos dentro de los cuales, la demencia sigue siendo uno de los más importantes.
Descrita por primera vez en 1906 por el psiquiatra y neuropatólogo alemán Alois Alzheimer, se trata de un cuadro de inicio en la edad adulta que deteriora, de forma progresiva e irreversible, las funciones cognitivas, con una especial predilección por la memoria a corto plazo, y que se relaciona con el acúmulo de β-amiloide y tau hiperfosforilada en el cerebro, reduciendo gradualmente su independencia funcional. Se conocen mutaciones en 3 genes capaces de causarla, además de otros factores de riesgo genéticos y ambientales que influyen en su aparición, siendo la edad el principal factor asociado.
La historia familiar también supone un factor importante. El riesgo de desarrollar EA es el doble en individuos que tienen un familiar de primer grado afecto, y se multiplica si hay más de uno. En estos casos de EA familiar, el inicio puede ser precoz o tardío, según comience antes o después de los 65 años, respectivamente.
A pesar de los esfuerzos a nivel local, regional y nacional, cada vez más somos testigos del aumento significativo de adultos mayores que requieren de asistencia institucional y social para el cumplimiento de las necesidades básicas, este factor asociado al incremento en el numero de casos que cada vez más relacionados con la EA, hace necesario un plan sostenible en el tiempo que nos permita una atención más humanizada de los adultos mayores.
Debemos generar conciencia de la importancia de la correcta atención de estos pacientes que necesitan de ayudas externas para el cuidado personal, incrementar los esfuerzos en la unión familiar, el compromiso de la sociedad y pensar que en un futuro somos nosotros los que probablemente necesitemos de un sistema de salud que garantice un vida digna al final de nuestros años.
Este 21 de septiembre, día mundial de la Enfermedad de Alzheimer alzamos nuestras voces por una mejor atención de nuestros adultos mayores que tanto nos necesitan. Sigamos luchando juntos por un futuro mejor.
Saludos.